Inmediatamente después del último día de Sukot: Hoshana Rabah, es Sheminí Atséret (el octavo día de asamblea). Sheminí Atséret junto con Simjat Torah se celebran los días 22 y 23 de Tishri.
Está escrito: «El octavo día tendréis solemnidad; ninguna obra de siervos haréis» (Nm. 29:35). Los rabinos entendieron que este versículo quería decir que YHWH pedía a todos los que hacían el peregrinaje a Sukot que no tuvieran prisa (atséret, viene de una raíz hebrea que significa «retenerse») que estuvieran con Él un día más. Por este motivo, los rabinos concluyeron que Sheminí Atséret era una festividad independiente.
Para comprender Sheminí Atséret y Simjat Torah, hemos de revisar algunas cosas. Primeramente, los siete días de Pascua (Pésaj) son seguidos por un período de 49 días para la cuenta del ómer, que culmina con el día 50 de Pentecostés (Shavuot). Así, la liberación de la Pascua (Pésaj) se une a la revelación y entrega de la Torah en el Monte Sinaí, conocido como Shavuot (Pentecostés). Si miramos al ciclo de festividades, Sheminí Atséret es análoga a Shavuot, que se entiende como la conclusión o atséret de Pascua (Pésaj). Así como Shavuot (que es una festividad de un día) es la conclusión para Pésaj (que es una festividad de siete días). Así entonces Sheminí Atséret que es una festividad de un día, es la conclusión para Sukot, que es una festividad de siete días.
Por lo tanto, vemos que Sheminí Atséret es el octavo día; es decir, el día después del «séptimo». El siete es un número perfecto en la Biblia, significa una unidad total de tiempo, al terminar cada semana con el séptimo día llamado Shabat. Así, el octavo día es el día después del tiempo. Es el final de ambas clases de tiempo. No es la promesa de redención solamente, sino el momento real mismo. YHWH dijo: «Permaneced conmigo (atséret) un día extra», un tiempo más allá del tiempo.
Simjat Torah: Regocijo en la Torah.
Al fin llega el día más gozoso de todos, el día de Simjat Torah (regocijarse en la Torah o Ley del Eterno). Simjat Torah se celebra el día 23 de Tishrí, o el día después de Sheminí Atséret. De nuevo, debemos notar que la palabra hebrea Torah significa: «enseñanza o instrucción» porque nos enseña nuestra manera de vivir, la clase de vida que YHWH quería que llevásemos nosotros. La Torah es el fundamento para la comprensión de toda la Biblia.
La Lectura Cíclica de la Torah
Hasta la temprana Edad Media, había más de un ciclo relativo a la lectura de la Torah. De hecho, el ciclo más extendido era el trienal, en el que la lectura de la Torah llevaba tres años y terminaba antes de la Pascua (Pésaj).
En tiempos modernos, se ha impuesto el ciclo anual. Por lo tanto, Simjat Torah se ha convertido en el tiempo final del ciclo de lectura como también la propia festividad. Como acabamos de afirmar, el ciclo de lectura de la Torah concluía en Simjat Torah. Sin embargo, en este tiempo, se empieza inmediatamente de nuevo desde el principio. Esto muestra que no hay final para la Torah, y de que debe de ser leída y estudiada continuamente, una y otra vez. La Torah, como YHWH mismo que la dio, es eterna (Mt. 5:17-18).
Simjat Torah celebra una Torah de gozo, una Torah sin restricciones o sentido de carga.
Yeshúa el mesías, Sheminí Atséret y Simjat Torah.
El 22 de Tishrí (Sheminí Atséret) y el 23 de Tishrí (Simjat Torah), en tiempos antiguos era considerado como un largo día y celebrado en el 22 de Tishrí. Simjat Torah es una celebración de regocijo en la Torah. Como está escrito en Jn. 7:37 - «En el último y gran día de la fiesta (de Sukot)...». Este día era conocido como Hoshana Rabah, o el 23 de Tishrí. En Tishrí (Yojanán) 8:1-2 dice: «Y Yahoshúa fue al Monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al Templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado les enseñaba». Este es el día después de Hoshana Rabah, el día unido a Sukot llamado Sheminí Atséret. Una vez más, en tiempos antiguos ese día era llamado también Simjat Torah, el regocijo en la Torah. Así en Jn. 8:5, vemos a Yahoshúa ha Mashíaj, que es cuestionado sobre la Torah, en el día que era referido como el regocijo en la Torah.
Comprensión de Sheminí Atséret (Simjat Torah)
En Dt. 31:9-13 vemos que en la Fiesta de Sukot (Tabernáculos) había que leer la Torah. El séptimo día se llama el año de remisión (Dt. 31:10) en este tiempo se perdonaban todas las deudas (Ex. 21:2; Lv. 25:1-4; Dt. 15:1-12; Jer. 34:8-22). Los siete años son un cuadro del plan de YHWH de 7000 años (Sal. 90:4; 2 P. 3:8). El séptimo año es el año de remisión y es un cuadro del séptimo día de la era Mesiánica, el Milenio, o Atid Lavó. Yahoshúa ha Mashíaj se refirió a esto (Is. 61:3 y Lc. 4:16-21). La frase: «libertad a los cautivos» en Is. 61:1 habla del año de remisión. Yahoshúa está diciendo, en esencia: «Yo soy esa remisión. Confía en Mí y serás libre».
En los días de Yahoshúa, había un ciclo de lectura de la Torah de siete años. En los años del uno al tres, el pueblo leía de la Torah: los profetas y los escritos. En los años del tres al seis lo volvían a leer. En el año séptimo, leían de todos ellos. Mientras que leían, el sacerdote se subía a un podio (bema), y les daba la comprensión y enseñanza (Neh. 8:1-12). Esto lo hacían durante la Fiesta de Sukot (Tabernáculos) (Neh. 8:2,13-14,18).
En el futuro, nosotros experimentaremos la verdadera Simjat Torah durante el tiempo que YHWH juzgue a los creyentes en el Mesías de acuerdo a cómo han vivido sus vidas sobre la tierra. En ese tiempo, cuando escuchemos la verdad de la Textos Sagrados y comprendamos la Palabra de YHWH, gritaremos cuando veamos cómo hemos fallado al guardar y seguir la Biblia, y las verdades de YHWH. Pero YHWH dirá: «No os entristezcáis, porque el gozo en YHWH es vuestra fuerza» (Neh. 8:9-10). En ese tiempo, no pasaremos a través del ensayo (mikrá) de la festividad, sino que experimentaremos «la época de nuestro gozo», el tiempo del Reino Mesiánico sobre la tierra. La lectura, enseñanza y comprensión de la Torah estará en su culminación durante la edad Mesiánica, el Milenio. En Is. 2.1-5 y Miq. 4:1-5, el Mesías maestro de la Torah, enseñará a todas las gentes de la tierra los caminos de la Torah.
Lluvia y Rocío, Geshem y Tal: Una Oración por la Lluvia
En la festividad de Sheminí Atséret, el Musaf, el servicio adicional en este día, comienza con una oración especial por la lluvia (geshem). La razón por estas oraciones especiales es bastante comprensible (siempre que hayas vivido en la tierra de Israel). Los meses de invierno en Tierra Santa son la estación de la lluvia, y la vida entera del país depende de la lluvia. Si las lluvias llegan a su debido tiempo, y en cantidad suficiente, el rico suelo producirá abundantes cosechas y frutos, de otra manera, el país está condenado al hambre. Durante los meses de verano no hay lluvia, es la estación seca. Durante estos meses sin lluvia, la tierra se resecaría completamente, se tornaría en polvo, y se lo llevaría el viento, y la tierra se convertiría en un desierto estéril sino fuera por el rocío que sujeta la fría tierra durante las horas de la noche, empapando el suelo con la suave humedad que se conoce por rocío y que brilla como perlas con los tempranos rayos del sol. Así, la lluvia en el invierno y el rocío en el verano se necesitan de forma vital para sostener la vida.
Conclusiones
YHWH diseñó las estaciones agrícolas y meteorológicas en Israel para armonizar la vida de cada creyente en Yahoshúa que busca amarle y servirle a Él con todo su corazón. Con esto en mente, examinemos cómo se convierte en una realidad.
Cada vez que una persona recibe a Yahoshúa ha Mashíaj como su propio Salvador, espiritualmente experimenta la Pascua (Pésaj). Debe de salir de Egipto (Mitsráyim, el sistema maléfico del mundo); confiar (emunah) en el Mesías, el Cordero de YHWH y permitir a Yahoshúa ha Mashíaj estar a la puerta de su corazón. Como creyentes, hemos de buscar entonces, de vivir vidas santas delante de YHWH y experimentar el Pan Azimo (Jag Ha-Matsot). Así como Yahoshúa ha Mashíaj resucitó de los muertos, hemos de considerar nuestros caminos antiguos muertos para nosotros, y experimentar una novedad de vida en el Mesías. Una vez que hacemos esto, podemos ser sumergidos (bautizados) en el Espíritu de Santidad (Ruaj Ha-Kódesh), y tener el poder de YHWH (la unción) en nuestras vidas. Espiritualmente, hemos experimentado la cosecha de primavera de Israel en nuestras vidas. Si se acepta a Yahoshúa como Mashíaj en nuestro corazón y vida, Él comienza a enseñarnos la Escritura Sagrada, y a mostrarnos cuánto nos ama Él, y empezamos a crecer en el conocimiento de Él.
En ese tiempo, YHWH comenzará a llevarnos en un viaje espiritual a través del desierto de la vida. Espiritualmente, comenzaremos a experimentar la seca estación del verano de Israel. Muchas cosas en nuestras vidas no irán como nos gustaría que fuesen, o cómo confiar en YHWH para que vayan como nos gustara que fueran. En el proceso de experimentar los amargos contratiempos y conflictos de la vida, si mantenemos nuestros ojos puesto en YHWH, Él nos llevará de la Pascua (Pésaj) a Shavuot (Pentecostés). Allí nos revelará Sus caminos y Su Palabra, la Biblia, de una manera profunda y progresiva. Manteniendo nuestros ojos puestos en el Mesías, a lo largo de los conflictos de la vida, YHWH no sólo nos revelará Su Palabra, la Escritura Sagrada, para que entremos en un camino superior, sino que Él también refinará nuestra fe como harina fina, tal como hacían con el trigo durante los díasde la cuenta del ómer entre Pascua (Pésaj) y Shavuot (Pentecostés).
Mientras tanto, si ponemos toda nuestra confianza (emunah) en Yahoshúa ha Mashíaj en nuestro viaje espiritual por el desierto de la vida, y en tanto que YHWH refina nuestra fe y se nos revela a sí mismo de manera superior, entonces nuestro viaje espiritual no terminará en el desierto de la vida (Alelu-Yah). En su lugar, YHWH nos llevará hacia delante para experimentar espiritualmente las festividades del otoño, así como nuestra tierra prometida.
Es cuando nosotros experimentamos espiritualmente las festividades del otoño —especialmente la Fiesta de los Tabernáculos (Sukot), Sheminí Atséret y Simjat Torah— y entramos dentro de nuestra tierra prometida espiritual, que YHWH ungirá nuestras vidas para Él de manera reverente, en tanto que le servimos y vivimos para Él; entonces, experimentaremos el gozo mayor de toda nuestra vida. ¡Gozo indescriptible!. No sólo experimentaremos gozo, sino también baile, alabanza, victoria, paz, y el poder de YHWH en nuestra vida. Espiritualmente, estaremos experimentando la cosecha del otoño de Israel. La lluvia en la Biblia habla de dos cosas: el gran derramamiento del Espíritu de Santidad (Ruaj Ha-Kódesh), y un conocimiento con profundidad de Yahoshúa y Su Palabra, la Biblia, en nuestras vidas. Tanto la unción del Espíritu de Santidad (Ruaj Ha-Kódesh), como un gran conocimiento de las verdades espirituales estarán presentes en nuestras vidas, a fin de que podamos llevar a cabo el propósito de YHWH en nuestras vidas. Por lo tanto, tenemos la unción de YHWH sobre nuestras vidas, para que podamos ayudar a hacer nuestra parte en la formación del cuerpo del Mesías hasta la madurez, y establecer el Reino de YHWH sobre la tierra, hasta que lleguemos a ese día cuando gobernaremos y reinaremos con el Mesías, el Rey de reyes y el Señor de señores sobre la tierra durante la edad Mesiánica, y para toda la eternidad.
Cumplimiento Mesiánico
Cuando YHWH creó al hombre y le puso en el Jardín del Edén (Gan Edén), el Jardín del Edén era como un paraíso, el Cielo, o el mundo por venir, conocido en hebreo como Olam Habá. Sin embargo, el hombre pecó y como resultado, tanto el hombre como la tierra fueron reducidos, en comparación a la gloria y belleza originales con que fueron creados, tanto el hombre como la tierra. Como resultado, YHWH dispuso de un plan de 7000 años para restaurar tanto al hombre como a la tierra al estado de gloria y majestad que tenían en el Jardín del Edén (Gan Edén). El Mesías tenía que jugar un papel central en esta redención.
En Oseas 6:3 y Joel 2:23, las Escrituras nos dicen que la venida del Mesías será como la lluvia. Como hemos visto anteriormente, en Israel hay las lluvias de primavera, en forma de rocío y aguaceros, y las lluvias otoñales, que ambas conforman la gran estación de lluvias. En Su Sabiduría, YHWH dio las estaciones del tiempo a Israel para enseñar acerca de la venida del Mesías. Así como hay lluvias principales tanto en primavera como en otoño en Israel, de la misma manera YHWH diseñó dos venidas del Mesías. Durante Su primera venida, el Mesías jugaría el papel del Mashíaj ben Yosef, el Mesías sufriente. Durante Su segunda venida cumpliría el papel del Mashíaj ben David, el Rey Mesías. Aquellos que recibieran al Mesías en la estación de Su primera venida, espiritualmente, serían como las lluvias de primavera en Israel, y YHWH derramaría Su Santo Espíritu (Ruaj Ha-Kódesh) sobre todo el mundo en este tiempo. Sin embargo, el mayor número de gentes que aceptarán al Mesías será durante la estación de las lluvias otoñales, que habla de la segunda venida del Mesías. El derramamiento mayor del Espíritu de Santidad (Ruaj Ha-Kódesh), será en ese tiempo, también.
Este gran derramamiento del Espíritu de Santidad (Ruaj Ha-Kódesh), y el conocimiento del Mesías sobre la tierra, alcanzarán su culminación durante la edad Mesiánica, el Milenio, que continuará dentro de la eternidad. Este es el propósito de las lluvias otoñales en Israel, espiritualmente hablando, y, el por qué YHWH instruyó que orásemos por lluvia durante la estación de la festividad de Sukot (Tabernáculos), Sheminí Atséret y Simjat Torah. Después de todo, Sukot, Sheminí Atséret y Simjat Torah nos fueron dadas por YHWH para instruirnos cómo sería la vida durante la edad Mesiánica, y por toda la eternidad, cuando el conocimiento del Mesías y el Espíritu de YHWH cubran la tierra como las aguas cubren la mar, como está profetizado en el libro de Zacarías. Ya que Yahoshúa el Mesías, es tanto la Lluvia Temprana como la Lluvia Tardía y el Maestro de Justicia (Os. 6:3; Jl. 2:23; Sal. 72:6; 84:5-6; Jn. 3:2; Is. 55:10-12).
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