Dios es la primera causa
Nos enseña a "saber" que todo aquello que ocurre en el mundo depende exclusivamente de Dios para que acontezca. Nada sucede si no es Su voluntad que asà sea. Cuando usamos el término "saber", nos referimos a un conocimiento claro con experiencia propia. De la existencia de Dios no sólo intuimos porque el orden y el diseño del mundo asà lo implican, sino que lo sabemos a partir de todo lo que vimos en el momento de la salida de Egipto, como asà también cuando lo percibimos claramente frente al Monte SinaÃ. Si bien los seres humanos somos libres para poder obedecer Su mandato, y, por lo tanto, pudiera parecer que nosotros fuésemos los artÃfices de lo que está sucediendo, ningún movimiento del hombre serÃa posible sin la asistencia Divina aun cuando se oponga a lo que El ordena.